martes, 19 de abril de 2011

Los 24 caprichos Op.1, de Paganini

Paganini era un tipo un poco siniestro. Tocaba el violín, la viola, la guitarra nosecuantos instrumentos más y además componía. Fue uno de los primeros virtuosos que se dedicaron a fascinar al mundo entero con su técnica prodigiosa y también uno de los primeros que sufrió las consecuencias de la fama. Parece ser que con 16 años ya era considerado un gran virtuoso. No sabiendo muy bien qué hacer con el prestigio, se dedicó a emborracharse y poco a poco su vida se fue un poco a la deriva. Pero entonces conoció a una muchacha cuyo nombre no ha trascendido, que lo llevó a su villa y allí le enderezó al pobre. Aunque no mucho, puesto que siguió bebiendo, jugando y cuentan que incluso llegó a apostar su violín en varias ocasiones.

No sabemos grandes cosas de su vida. Se ve que como era una de las primeras "celebrities", el negocio de paparazzi no estaba muy desarrollado. Sabemos que se convirtió en un icono del violín y que influyó a muchos otros. Liszt por ejemplo, siendo pequeño fue a un concierto suyo y decidió hacer lo mismo que Paganini había hecho en el violín pero con el piano, empezó a estudiar horas y horas y bueno, ya sabemos lo que pasó después. Pero casi todas las cosas relacionadas con su vida privada son leyendas. En la época contaban que había hecho un pacto con el demonio y que gracias a eso podía tocar así de bien. Esa historia explicaría su mirada gris, su cara cadavérica, su técnica hiper-virtuosa, la hiper-laxitud de sus manos y algunas cosas más. Pero claro, el lanzamiento de "Fausto",de Goethe, estaba muy cerca y  la gente de aquélla época se creía casi cualquier cosa, lo que no quiere decir que sea cierta. Lo más divertido es leer las historias que se inventaba la gente sobre dónde había conocido al diablo:
Unos decían que había sido siendo pequeño Paganini, que el diablo se le había aparecido a su padre para contarle que el niño sería un grande del violín y que le enseñara a tocarlo, y por eso el padre puso un violí en sus manos y le obligó a estudiarlo.
Otros decían que Paganini había matado a un rival que tocaba mejor que él y entonces había entrado en prisión y que estando en prisión era donde había conocido al demonio, había hecho el pacto con él y había salido tocando mejor que nadie.
También se decía que en un concierto alguien había querido fastidiarle y le había medio roto las tres cuerdas superiores para que se rompieran en directo y tuviera que suspender el concierto. Sin embargo, Paganini consiguió terminar el concierto con la única cuerda que le quedaba, que era la cuerda de Sol tocando piezas dificilísimas sólo con esa cuerda. Eso sí me lo creo en parte, pero me imagino que habría sido él mismo quien dejara las cuerdas a medio romper buscando un efecto en la gente. Y es que Paganini era capaz de tocar música solo con esa cuerda y de hecho escribió piezas para la cuarta cuerda sola. Lo que ya no me creo tanto es que con una sola cuerda consiguiera tocar dos melodías simultáneas, que era lo que decía la gente
Luego hay una leyenda que mezcla las dos últimas y es quizá la más peregrina. Dice que Paganini entró en prisión por asesinar a una de sus amantes, y que estando allí en prisión tocaba preciosas melodías con la única cuerda que le quedaba a su violín, que era la cuerda de Sol y que la había hecho el propio Paganini con el intestino de esa amante.
Y todo porque siempre que le preguntaban por su prodigiosa técnica él contestaba dando esquivas. Solía decir que había desarrollado un método de aprendizaje del violín que permitía a cualquier persona aprender a tocar como él en solo tres años. Él prometía desvelar ese secreto cuando se retirara, pero mucho me temo que se llevó su secreto a la tumba. O quizá el secreto nunca existió.

Los 24 caprichos los escribió entre 1802 y 1817. Son 24 piezas para violín solo, que presentan una dificultad extrema. Aunque hoy en día cualquier estudiante medianamente bueno puede tocarlos, en la época debieron ser muy virtuosos y muy vistosos. La gran mayoría de los caprichos no han sido muy conocidos y poco se sabe de ellos si no eres violinista o tocas otro instrumento que los estudie (hay versiones para flauta, para saxo, para guitarra...), pero hay uno, el último, que no sé muy bien por qué, fue un auténtico hit en el romanticismo. Todo el mundo se puso a hacer variaciones sobre ese capricho: Rachmaninov, Liszt,  Brahms, Lutoslawski...
Yo he encontrado por el mundo versiones de este capricho para guitarra, para piano, saxo, flauta, guitarra eléctrica, orquesta, piano y orquesta y hasta para orquesta de jazz. Y lo más curioso de todo es que hasta el propio Paganini hizo variaciones sobre su propio capricho. Aquí os dejo un enlace a la versión para dos pianos de Lutoslawski y aquí la versión para orquesta de jazz de la que hablaba antes.

Volviendo al tema Paganini y sus facilidades para tocar, hoy podemos imaginar que todo se debía a una especie de malformación (bienformación podríamos decir) que le daba una elasticidad extra en las manos. Por ejemplo, podía tocarse con el pulgar el dorso de la mano. Esto en medicina tiene un nombre que se llama síndrome de Ehlers-Danlos. Pero yo no sé de medicina, así que de momento, y por hoy, lo dejo aquí.

4 comentarios:

  1. ¡Por fin! ¿Recuerdas que no podía comentar porque se me iba a otra entrada de aquélla en la que pretendía escribir? Pues hoy he cogido otro cacharro y por fin puedo. Me ha gustado tu artículo. Ah, Nieves Concostrina relató historias que sí fueron ciertas, pero sobre su muerte, o post muerte: traslados del cadáver de aquí para allá...
    Feliz viernes santo.

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  2. Es de las entradas que más me han gustado, Pagannini es un personaje que siempre me ha fascinado. (Soy E.R:)

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  3. hola, puedes poner la versión de jazz en algún servidor o en you tube, ya que según spotify no esta disponible para mi país

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