En este blog ya se ha hablado de Schumann en alguna ocasión.
Dijimos que no tuvo una formación académica fuerte, y que estaba algo acomplejado por ello. También es cierto que se rodeaba de lo mejor de la época, y por tanto se sentía algo superado por todos. Además, se había hecho crítico, había fundado la revista Neue Zeitschrift für Musik, algo así como "Nuevo período musical", y para editar esta revista tenía que estar al tanto de lo que se hacía en el circulo musical, que era bastante bueno. Así que Schumann se volvió un poco paranoico. Al final de su vida intentó suicidarse y terminó sus días en un manicomio.
El caso es que mucho antes de volverse majareta, se había casado con una de las mejores pianistas de la época. Clara Wieck, que según era costumbre, cambió su apellido por el de su marido y pasó a ser conocida como Clara Schumann. El caso es que Robert (que así se llamaba Schumann, el hombre) se sentía bastante superado por su esposa, que huelga decir tocaba el piano mucho mejor que él. Este hecho no es malo en sí, entre otras muchas cosas, porque Shumann, siendo estudiante se había lesionado una mano y tenía la mitad paralizada. Cuentan que para tocar una pieza (la pieza cambia según las versiones) le molestaba el dedo anular de una mano. En esto que Schumann, para quitárselo de enmedio se ideó un sistema de poleas, con un contrapeso en un extremo, y el dedo atado al otro extremo, para siempre tener ese dedo levantado y que así no le molestara. Evidentemente, le empezó a doler. Fue al médico, y parece ser que este le dijo que fuera a un matadero, buscara un buey recien sacrificado y metiera su dedo malo dentro del animal. Pero Schumann no hizo caso al médico y finalmente terminó paralizándosele la mano.
Pero eso no fue demasiado problemático, puesto que siguió escribiendo artículos musicales en su revista, y música, sobre todo para piano, que después tocaba su señora esposa. Y como Clara tocaba muy bien y tenía mucho éxito, pues la música de Robert se oía bastante. Por otra parte, Robert dirigía la revista de crítica musical más importante de la zona. Es decir, un círculo vicioso. Yo escribo la música, mi mujer la toca, y yo la critico.
De todas formas, contra lo que cabría esperar, Schumann en su época no fue tampoco tan conocido como compositor. Sí como crítico y escritor.
Y todo esto no sé muy bien a qué viene. El caso es que Robert escribió este libro pensando en los niños. Una especie de piezas infantiles no didácticas. Cuentan también que la colección de piezas se la dedicó a su mujer con un texto que venía a decir más o menos que ya que las cosas tan difíciles las tocaba muy bien, a ver si era capaz de tocar bien las cosas más fáciles. Algo así como: "Para tocar esto tendrás que olvidar que eres una virtuosa"
Además, junto a la edición de la partitura, añadió una serie de consejos musicales para los más jóvenes. Consejos musicales para la casa y para la vida
Todos son para seguirlos al pie de la letra excepto uno: "Un hermoso libro sobre música: Sobre la pureza del arte musical, de Thibaut. Léelo con frecuencia cuando seas mayor."
No lo busquéis, porque está descatalogado.