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domingo, 20 de febrero de 2011

Requiem por un joven poeta, de Zimmermann

Hoy voy a contaros una anécdota que me contó un amigo lector de "Audiciones comentadas". En verdad parece más bien una leyenda urbana con tintes de realidad, y no he sido capaz de comprobar que sea cierta, pero como a mí me gusta inventarme parte de la historia para crear una historia más emocionante, pues adelante con ella. Pero ya digo que de lo que yo escriba, más o menos la mitad.

Zimmermann fue un compositor que nació en Alemania en 1918. Al principio trabajó unos planteamientos seriales como casi todos los compositores de su generación. Si componías en Alemania en los años 50 se suponía que era lo que debías hacer, porque más o menos el panorama musical estaba controlado por Stockhausen y eso era lo que él hacía, aunque claro, poco a poco todo el mundo (o casi todo) fue abandonando las técnicas seriales en favor de otras corrientes. Zimmermann eligió entonces utilizar la cita y el collage como un lenguaje de expresión en sí mismo. Aunque en su música hay cosas creadas por él, era muy habitual que sus piezas fueran un continuo fluído sonoro de elementos musicales muy diversos conectados por relaciones aparentemente inexistentes. Ya hablamos hace tiempo en este blog de "Música para las cenas del rey Ubu" y de cómo esta pieza está construida tomando como único material otras músicas.

Este requiem para un joven poeta es la penúltima obra que escribió en vida. Después vino Ecklesiastische Aktion y ya ahí se acabó todo. El réquiem es una pieza realmente monumental. Nos encontramos aquí con un recitador, una soprano y un bajo solistas tres coros mixtos, un combo de jazz, órgano, electrónica y orquesta. Una auténtica pasada. Mi amigo decía que Zimmermann había, de alguna manera, organizado el fin de su vida, y había decidido ponerle un punto y final más o menos apoteósico, escribiendose su propio réquiem, que como veis era bastante grande y suicidándose justo después. Sí es verdad que se quitó la vida, en 1970, pero también es verdad que el réquiem no fue su última obra, lo que le quita bastante romanticismo al asunto.

Evidentemente, utiliza su técnica de collage. Klang-pluralism la llaman algunos. En esta obra podemos oir directamente músicas grabadas. Escuchamos discursos de personajes históricos, sonidos de ambiente, documentos sonoros, música pop, recitales de textos de poetas, todo ello mezclado con actores, los cantantes, la orquesta...  Zimmermann introduce varios textos "terminales": el último discurso de Alexander Dubcek, el 21 de Agosto de 1968, en el momento de la invasión de Chekoslovaquia por tropas del pacto de varsovia; textos póstumos de Wittgenstein; los finales del Finnegan's Wake y y del Ulises, de Joyce; el último poema de Miakovski y el último texto de Honrad Bayer. Hay música de wagner, de los beattles, de Beethoven, de Milhaud, de Messiaen... Hay textos literarios de Camus, de Schiller, de Esquilo, de Ezra Pound... y numerosos discursos y textos políticos (Hitler, Chamberlain, Churchill, Stalin, Goebels, Mao, Imre  Nagy) y hasta grabaciones de lo dicho en el Mayo del 68 parisiense y en sus manifestaciones en la calle. También partes del ordinario de la misa de réquiem y hasta un texto del papa Juan XXIII. Parece ser que la experiencia endirecto es espectacular, pero el audio resta bastante, porque el oído no puede disociar de donde viene un sonido y de donde viene todo, y entonces todo se emborrona un poco.

El estreno se hizo en Düsseldorf en Diciembre de 1969 y parece que el compositor no asistió, porque estaba muy enfermo. Había adquirido una afección crónica en la guerra de Rusia, lo que por una parte le salvó de la guerra porque le licenciaron, pero por otra parte le tuvo enfermo toda su vida.

Y hoy lo dejo aquí, que bastante cansao estoy...
Aquí tenéis un enlace a un fragmento.

¡Saludos!

viernes, 8 de octubre de 2010

Música para las cenas del rey Ubú, de Zimmermann

 Hola!
¿Qué tal la semana?
Hoy vamos a hablar de la música para las cenas del rey Ubú. Yo no sé muy bien quién era el rey Ubú. Parece que nadie lo sabe, porque en ningún sitio (de los que yo frecuento, claro) se habla de él en relación a esta pieza de Bernd Alois Zimmermann. Pero claro, si pones rey Ubú en cualquier buscador, directamente te dirige a la obra de Alfred Jarry, que estrenó en Paris en 1896. Parece ser que se trata de uno de los primeros ejemplos de teatro del absurdo y de surrealismo teatral. Cuenta la historia de un soldado polaco que, instigado por su esposa decide derrocar al rey y ponerse él como gobernador. Una vez que es gobernante se da a la buena vida y se dedica a subir los impuestos, pero resulta que el hijo del antiguo rey acude al Zar de Rusia a pedirle ayuda y este le cede un ejército para que recupere el poder. Con el ejército vuelve a Polonia y Ubú, asustado deja el pais en manos de su mujer y se marcha a la guerra donde es derrotado. Se encuentra a su mujer de casualidad y juntos se marchan del país.

Esta historia dio lugar posteriormente a tres secuelas: "Ubú en la colina", "Ubú cornudo" y "Ubú encadenado".

Me imagino entonces que el Ubú que cena con Zimmermann es este mismo. Zimmermann es un compositor alemán que vivió entre 1918 y 1970. Al principio fue serialista como casi todos los alemanes que nacieron en esa época y desarrolló una forma bastante personal de utilizar el dodecafonismo. Pero después, también como todos los dodecafónicos (o casi todos) lo abandonó en pos de otras corrientes y se dedicó bastante al collage. Bueno, no todos los dodecafónicos se dedicaron al collage, pero Zimmermann sí fue uno de ellos. De hecho, dicen por ahí que casi todos los compositores que se dedicaron al Collage tienen un pasado dodecafónico. En estas "Musiques pour les soupeurs du roi Ubu",de 1968 y escritas para acompañar un ballet, todos los números musicales están formados por fragmentos, hábilmente enlazados, de músicas más o menos conocidas. Por ejemplo, el último número, quizá también el más popular, está formado únicamente por fragmentos de "La walquiria" de Wagner, "La sinfonía fantástica" de Berlioz y "Klavierstücke IX" de Stockhausen.

La construcción de música en la que no se crea nada y que se basa solamente en superponer elementos musicales aparentemente inconexos entre sí suele crear recelo entre el público. Decimos rápidamente:
-Eso no lo ha escrito él! ¡Plagio!

Pero no es así. Se utiliza la misma técnica que con el collage. Cuando un artista realiza un collage, nadie suele decirle que por no haber creado cada uno de los fragmentos de que se compone, la obra deja de ser suya, porque el resultado global es lo que cuenta. Eso mismo es lo que pasa con esta música.

Espero que os guste. He dejado las partes recitadas en alemán, para ver si alguien lo entiende y me saca de dudas en cuanto al argumento.


Un saludo grande!

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