viernes, 19 de febrero de 2010

La sinfonía Op.21, de Webern


Nunca hemos hablado de Webern en este blog.
Junto con otros dos tipos, Shoenberg y Berg, a los que sí hemos mencionado, formó lo que conocemos como segunda escuela de Viena. Supongo yo que la primera se referirá a Mozart y a Beethoven y a Schubert y a toda esa gente.

Los tres tienen en común el uso de una técnica,el serialismo, ideada por Schoenberg, que viene a decir que todas las notas de la escala cromática occidental tienen la misma importancia y que no deben estar supeditadas a una principal. Luego hay muchas reglas, pero esto es lo básico. Muchas veces se ha comparado esta técnica con la democracia, sin embargo, ahora que lo pienso, creo que tiene más que ver con la anarquía, puesto que todas las notas tienen en realidad la misma importancia. Sería democracia si en referendum todas las notas votaran por la tónica que fuera la que mandar sobre las demás...

Bueno, estoy devariando. El caso es que la vida de Webern fue un poco rara. Su música no era muy conocida en vida. Su resurgimiento vino después de la segunda guerra mundial, cuando Boulez planteó las bases de un sistema musical totalmente nuevo, y echó mano de la música de Webern. Boulez había vivido la segunda guerra mundial siendo muy joven, y no podía evitar relacionar toda la tradición musical clásica con el sistema socio-político que había arrasado Europa. Es por ello que trató de desarrollar un sistema musical nuevo que oliera a nuevo y que le ayudara a él y a su generación a construir una nueva Europa. Así pues, Boulez vino a decir que de los últimos compositores que habían renovado el lenguaje (es decir, de esta segunda escuela de Viena), Webern era el único renovador real, puesto que era él quien había utilizado los procedimientos seriales para construir nuevas formas, mientras que los otros dos (Schoenberg y Berg) habían utlizado nuevos lenguajes pero para trabajar con formas antiguas.

El hecho de que Webern derivara la forma musical a partir de la técnica serial, hizo que su música fuera extremadamente corta. En su época se hizo popular una especie de chiste, en el que la gente decía que hacía las piezas tan cortas para que no le diera tiempo al espectador a descubrir que en realidad no le gustaba lo que estaba oyendo. Fijaos que la sinfonía de hoy sólo dura 8 minutos. Nadie en todo el romanticismo habría hecho una sinfonía tan corta.

Sin embargo, otros tenían una teoría un poco más conspiranoica para explicar la brusquedad de la música en sí y que también nos permite entender por qué la música era tan corta. Se trata de entender a Webern como un espía británico. Ya sé que puede parecer gracioso y que más de uno se estará riendo ahora mismo, pero fue lo que pasó. Muchos pensaron que no podía ser que una persona hiciera "ese tipo de música sin sentido" y poniéndose a darle vueltas al asunto, pensaron que bueno, que quizá estuviera enviando mensajes cifrados al otro bando. Cosas más rebuscadas se hicieron. Y el caso es que cuando Webern murió, la misma Alma Mahler que tantas veces ha aparecido en este blog, inició una especie de movimiento tratando de esclarecer la verdad. La señora Mahler pensaba que la muerte de Webern había sido en verdad un asesinato y que todo lo que le habían contado era mentira.

Lo que le habían contado era que Webern fue a casa de su hija a cenar. Después de cenar le apeteció fumarse un puro pero para no molestar con el humo salió al jardín. Entonces cuando se lo encendió, un cocinero? americano borracho que andaba por allí, (los americanos habían ocupado Austria) disparó sin pensar pensando que el fogonazo del mechero era fuego de un arma. A Alma Mahler no le convenció para nada esta explicación porque dejaba muchos cabos sueltos y por eso inició la investigación para esclarecer la verdad. Pero fue un musicólogo, en los años 70, cuyo nombre no recuerdo, quien hizo una profunda investigación y nos confirmó lo del americano.

La sinfonía de hoy es entendible enteramente, desde luego, atendiendo a las técnicas dodecafónicas. Yo nunca me he puesto a buscar mensajes ocultos. Pero estoy seguro de que no los habría encontrado. Pero sí he encontrado una explicación desde el punto de vista musical. Utiliza una matriz que es a la vez un cuadrado mágico, por lo que se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. Aunque la obra no es un espejo perfecto, tiene muchas secciones que se pueden leer en ambos sentidos a la vez. La opción de usar cuadrados mágicos ya fue fuertemente aceptada en la edad media y en el primer renacimiento, época que Webern tiene como referente. También utiliza una especie de puntillismo musical, donde la melodía va pasando por varios timbres y por distintas zonas de la orquesta. En Webern la melodía está reducida a su más mínima expresión. Lo más importante en la música de Webern no es el sonido, sino el silencio que se crea entre nota y nota. Su música es una especie de puntillismo, y aunque no lo parezca es tremendamente emotiva.

Lo que pasa es que hay que acercarse a ella con otros oídos.

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