viernes, 18 de junio de 2010

Sociedades modernas I, de Bragado


Mucha gente me pidió que volviera a hablar de algo mío en este blog, y mira, ¿por qué no? así que hoy voy a hablar de la penúltima pieza que estrené, en Mayo. "Sociedades modernas I", para la orquesta de plectro de Córdoba. La orquesta de plectro de Córdoba está formada por bandurrias, guitarras, laúdes, un violoncello y un contrabajo.

El encargo vino para tomar parte en el festival de música actual que organiza todos los años el colectivo CO4. Vino María a mi casa, y me dijo: "Escribe una pieza para la orquesta de plectro". La idea me pareció interesante y acepté.

Supongo que podría hablar de Vivaldi, ¿por qué no?. Vivaldi escribió hace mucho tiempo un credo. El credo tenía cuatro partes, y la tercera de ellas se llamaba "crucifixus". Por una extraña razón, que tampoco voy a contar aquí ahora, desde hacía tiempo tenía ganas de escribir una pieza basada en este crucifixus de Vivaldi, así que cuando María vino a mi casa y me dijo: "Escribe algo para la orquesta de plectro de Córdoba, que necesitamos una pieza", yo pensé: Este el el momento de acercarse al crucifixus.


Dicho y hecho, empecé a darle vueltas a la melodía principal. Como hago siempre empecé a sacar tablas y datos del crucifixus, y al final tenía un planteamiento armónico de mi pieza completa. Todo sacado de ese crucifixus. Se lo puse, arpegiado y con un ritmo así constante que le diera un poco de vida, al contrabajo. El contrabajo sólo sujetando la estructura, ya veis. Luego a partir de la armonía así arpegiada del contrabajo fue saliendo una armonía resultante que, desplazada en el tiempo se iba a las guitarras. Las guitarras van casi a la par que los contrabajos, pero aparecen y desaparecen. Tienen un ritmo irregular. Y para complicar un poco más la cosa, un poco por detrás, los laúdes iban más o menos haciendo la misma armonía. Lo que pasa es que los laúdes más desplazados aún. Como tenía laúdes II y laúdes I, asigné esa armonía sólo a los laúdes II, creando un contrapunto para los primeros, que ya no tenía grandes cosas que ver con la armonía principal. Hasta aquí todo era un planteamiento armónico. Había un contrabajo sosteniendo la estructura tanto rítmica como armónica, y unas guitarras y unos laúdes que aparecían y desaparecían. Los laúdes aparecían por bloques de cuatro compases con uno sólo de separación entre bloque y bloque, y rítmicamente no se mantenían estables, como el contrabajo, o las guitarras, por ejemplo, sino que iban haciendo variaciones rítmicas.

A mí esta forma de hacer música me recordaba mucho a la manera que tenían los antiguos de hacer las cosas. Una melodía, luego encima otra, y luego otra, y así hasta que se acababan las voces. A mí me quedaban las bandurrias y el violoncello. A las bandurrias les dí el papel melódico importante. Quise hacer una melodía banal, pegadiza y sin demasiado interés melódico, aunque bonita en una primera escucha, para hacer una pequeña crítica, pensando que siempre escuchamos a quien nos dice las palabras más accesibles, que no tienen por qué ser las más importantes, ni tampoco las mejores, le asigné al violoncello una melodía, bastante más interesante, en la que se cita textualmente el crucifixus de Vivaldi. La melodía estaba puesta de tal modo que sea imposible oirla. Muchos habrán pensado, seguramente, que no me dí cuenta, pero yo sabía lo que hacía. No se lo dije a nadie (ahora sí) y nadie pudo oír al cello en el concierto. De ahí también venía el nombre de la pieza. Un contrabajo, en solitario sustentando toda la pieza, tanto armónica como rítmicamente. Chupando del trabajo del contrabajo, las guitarras y los laudes, que apenas aportan nada nuevo. Las bandurrias, gritando para hacerse oír, pero sin decir nada interesante. Es a ellas a las que oímos. Y al único que sabe de qué va la película, al cello, a ese no le escucha nadie.

Como la vida misma.


Espero que os guste.

4 comentarios:

  1. Para la próxima, habrá que acudir, para ver como suena en vivo.
    ale:)

    ResponderEliminar
  2. Ya me parecía a mi que se oia raro pero, pensaba que era problema de la grabación...
    En fin, qué le vamos a hacer!
    Este año, vas a coger vacaciones?

    ResponderEliminar
  3. É bonito Semanué, no te hacia yo con un punto tan espiritual. Me encantaria escucharlo en directo, y en el sitio apropiado.Melusina

    ResponderEliminar
  4. Pues sí, me gusta mucho, y más con tu explicación. Me gusta el Crucifixus, pero prefiero tu obra Sociedades Modernas I. A la que, por cierto, supongo que seguirá Sociedades Modernas II. ¿Dónde está esa? :D

    PD. Sí, voy marcha atrás con tu blog, retrocediendo como dicen que hacen los cangrejos, aunque, como bien sabes, lo que hacen es andar de lado (así se abarca más campo de visión xD).

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails