domingo, 12 de diciembre de 2010

Pedro y el lobo, de Prokofiev

Vaya, hoy tengo que volver a hablar de Prokofiev. Y eso que lo mencionaba hace escasas dos semanas... así que a ver qué me invento yo hoy....

Ya el otro día comentaba así la vida de Prokofiev y comentaba que volvió a Rusia después de un periplo por Europa donde conoció a su segunda mujer, Lina, y que estrenó el segundo concierto para violín en Barcelona y un montón de cosas.

Al poco tiempo de llegar a Rusia, el centro de teatro infantil de Moscú le encargó escribir una sinfonía para niños o una suerte de teatro musical. El texto lo haría una muchacha y luego Prokofiev escribiría la música, Se iban a basar en el cuento popular ruso "Pedro y el lobo" y el estreno se haría en 1936. Lo que pasa es que bueno, Prokofiev tenía un carácter un tanto arisco, y cuando vio el relato adaptado por esta muchacha, cuyo nombre no recuerdo, directamente lo rechazó, medioinsultó a la chica y dijo que no se basaría en ese libro ni muerto. Claro, el problema era que la pieza tenía que escribirse y estrenarse y todo eso, y no tenían tiempo de buscar otro libretista, así que los gerentes y demás le dijeron a Prokofiev que no podía despedir a la chica porque el cuento tenía que escribirse. Entonces Prokofiev dijo que lo haría él. Que no era escritor pero que le daba igual. Nunca trabajaría con ese relato.

Total, que Prokofiev se puso a escribir el cuento a la vez que escribía la música. Por eso la relación entre uno y otra es tan buena. Relacionó, como sabemos, a cada personaje de la fábula con un instrumento de la orquesta. Así aprovechaba para enseñar a los chavales los diferentes instrumentos por separado. La flauta era  el pajarito, el oboe era el pato, el clarinete era el gato, el fagot era el abuelo de Pedro, tres trompas hacían el lobo, los timbales y el bombo hacían de cazadores y Pedro era el conjunto de cuerda completo. Y por tanto nos queda una orquesta de lo más clásica, sin metales pesados y sin percusión así de tralla de la que ya se usaba en 1936. Por eso, y por el carácter solístico de los pasajes, muchas veces da la sensación de que es una piececita de cámara.

La historia es bien conocida por todos, pero la puedo recordar aquí porque nunca está de más y además me sirve para llenar la entrada de hoy, que si no que voy a poner. Es un poco liosa, pero bueno. Toda la trama, aunque no lo parezca gira en torno a un pájaro, un pato y un gato que se quiere comer al pájaro. Pedro está en casa de su abuelo y el abuelo no le deja salir porque hay un lobo peligroso por ahí que tiene atemorizado al pueblo. Aparece el lobo y se come al pato que está discutiendo con el pájaro, y ese momento es utilizado por Pedro para atrapar al lobo de una lazada y dejarlo ahí atado a un árbol. Luego llegan los cazadores y le ayudan a Pedro a reducirlo y todo el pueblo celebra que el lobo ya no es una amenaza. A todo esto, como viene siendo habitual en los cuentos infantiles, resulta que el lobo no había masticado al pato y tampoco había empezado a digerirlo, por lo que el pato está vivo y resulta ileso.

El cuento es bastante simple, sí, pero está contado con gracia, y las melodías son bastante originales y en el fondo están bien hechas, así que ha gozado de bastante popularidad. A partir de ahí se empezaron a hacer más cuentos musicales y más piezas de música realizadas con fines didácticos. Una de las más importantes también, es la guía de orquesta para jóvenes, de Briten, pero hay muchas más.

Espero que os guste.
Saludos domingueros

4 comentarios:

  1. Porque has puesto una foto de Felix Rodriguez de la Fuente??
    Tal vez porq le gustaban los animales??
    y era el amigo de los lobos?

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  2. Ahh ok,
    Gracias ahora lo pillo!!

    Un saludo,
    Arantxa.

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