Vox Balaenae, de Crumb

Crumb es un tipo peculiar. Es americano y allí es más conocido como profesor de música que como compositor. Fíjate. Sin embargo no lo hace nada mal el tipo. De hecho ha conseguido ya un Grammy y un pulitzer. Evidentemente, fuera de américa lo conocemos como un buen compositor, probablemente porque aquí no ha enseñado gran cosa. Nació en Virginia alrededor de 1930. Su música se caracteriza por dos cosas. Por un lado por la teatralidad que desprende. En esta pieza, los músicos deben salir enmascarados al escenario. en otras obras, desfilan por la sala (4 procesiones para orquesta, por ejemplo...), o se levantan a mover la partitura (en Makrokosmos...) o incluso, en Makrokosmos IV, el pasapáginas tiene una colaboración importante. También es característico el uso tímbrico que realiza en cada instrumento. A mí me gusta especialmente esta pieza, por el tratamiento de la flauta, donde consigue imitar a la perfección lo que se propone: la voz de las ballenas. Formalmente, la pieza funciona como un tema con variaciones, pero el tema lo encontramos al final de la obra. El solo de flauta podría ser una introducción, y después, poco a poco se van presentando los instrumentos (un piano y un cello además de la flauta). También se van presentando diferentes elementos temáticos, para al final construir el tema propiamente dicho, que muy posiblemente sea un tema popular que Crumb coge de algún sitio. Es también muy característico en la música de este tipo el uso de otras músicas que aparecen de repente. Él decía que busca reflejar algo así como un paseo por una ciudad moderna, donde, de repente, al doblar una esquina nos encontramos unas ruinas de otra civilización. Así aparecen las citas en su música. De pronto algo nos suena y de pronto, ese mismo algo nos deja de sonar.

De todas formas en esta obra, como en todas las demás, lo mejor es escucharla...